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Susanita, mi inspiración para crear este espacio (Pie de la Cuesta, Marzo 2007)
Un espacio creado para los dueños de animales con deficiencias físicas
HISTORIAS DE VIDA
Susanita, mi inspiración para crear este espacio (Pie de la Cuesta, Marzo 2007)
Un buen día al regresar del trabajo salió Susy a recibirme corriendo y brincando de felicidad, derrepente, en un brinco, escuché como chilló y empezó a temblar de miedo, vi que "encogía" su patita izquierda así que la lleve al veterinario para que la enyesaran y demás... mi sorpresa fue que no se rompió ninguna pata, ella se safó un disco intervertebral y se comprimió la medula espinal... ¿y eso qué significa?, pregunté. Pues significa que quizá Susanita nunca vuelva a caminar con sus patas traseras.
Y así fue...
Ni la operación, ni la fisioterapia, ni la acupuntura le pudieron devolver sus patitas traseras.
Hoy a casi un año de su accidente vivimos felices y totalmente adaptados a esta "nueva vida".
Ese día Susanita nos pidió con su mirada que siguieramos adelante, que iba a ser díficil pero que ella le iba a echar todas las ganas para superarlo. No fue fácil, ella no sólo perdió el movimiento de sus extremidades traseras, tambien perdió su control de esfínteres y con ellos la capacidad de ir al baño, asi que tuvimos que aprender a vaciarle la vejiga y a estimularle su colita para que hiciera popó diectamente en el wc, tampoco fue fácil dejar de verla saltar a la cama, correr en el parque, o "hacer patitas". (así le decíamos cuando se paraba sobre sus patitas traseras y manoteaba con las patas delanteras exigiendo que le dieramos de lo que comíamos).
Verla desplazarse hacia nosotros arrastrando sus patitas de atrás nos rompía el corazón y acostumbrarnos a los paseos sobre ruedas fue algo díficil y cansado, pero lo más duro fue comprender que así sería para siempre, nosotros estabamos aferrados a que volvería la sensibilidad de sus patas y que nos daría la sorpresa de volver a caminar algún día. Cuando nos dimos cuenta de que esto no sucedería, cuando en realidad lo asimilamos, todo fue más fácil; comprendimos que las cosas habían sido así por alguna razón, dejamos de preocuparnos sin sentido y aceptamos esta nueva vida adaptando nuestro tiempo y espacio.
Hoy Susanita es una perra saludable que aprendió a utilizar de maravilla su carrito, corre y sube escaloncitos con él, tiene sus horarios para ir al baño, sigue subiendo a nuestra cama ayudada por nosotros y aprendió a hacer "patitas" con sólo dos de ellas. ¡Ah! y lo más importante: en verdad es muy, muy feliz.
No creas que todo está perdido cuando te digan que tu mascota no podrá volver a caminar, a ver, o a oir, ellos aprenden muy rápido y se adaptan de maravilla ante las adversidades, ¡no lo sacrifiques!, dale y date la oportunidad de descubrir que juntos pueden salir adelante.
Y así fue...
Ni la operación, ni la fisioterapia, ni la acupuntura le pudieron devolver sus patitas traseras.
Hoy a casi un año de su accidente vivimos felices y totalmente adaptados a esta "nueva vida".
Ese día Susanita nos pidió con su mirada que siguieramos adelante, que iba a ser díficil pero que ella le iba a echar todas las ganas para superarlo. No fue fácil, ella no sólo perdió el movimiento de sus extremidades traseras, tambien perdió su control de esfínteres y con ellos la capacidad de ir al baño, asi que tuvimos que aprender a vaciarle la vejiga y a estimularle su colita para que hiciera popó diectamente en el wc, tampoco fue fácil dejar de verla saltar a la cama, correr en el parque, o "hacer patitas". (así le decíamos cuando se paraba sobre sus patitas traseras y manoteaba con las patas delanteras exigiendo que le dieramos de lo que comíamos).
Verla desplazarse hacia nosotros arrastrando sus patitas de atrás nos rompía el corazón y acostumbrarnos a los paseos sobre ruedas fue algo díficil y cansado, pero lo más duro fue comprender que así sería para siempre, nosotros estabamos aferrados a que volvería la sensibilidad de sus patas y que nos daría la sorpresa de volver a caminar algún día. Cuando nos dimos cuenta de que esto no sucedería, cuando en realidad lo asimilamos, todo fue más fácil; comprendimos que las cosas habían sido así por alguna razón, dejamos de preocuparnos sin sentido y aceptamos esta nueva vida adaptando nuestro tiempo y espacio.
Hoy Susanita es una perra saludable que aprendió a utilizar de maravilla su carrito, corre y sube escaloncitos con él, tiene sus horarios para ir al baño, sigue subiendo a nuestra cama ayudada por nosotros y aprendió a hacer "patitas" con sólo dos de ellas. ¡Ah! y lo más importante: en verdad es muy, muy feliz.
No creas que todo está perdido cuando te digan que tu mascota no podrá volver a caminar, a ver, o a oir, ellos aprenden muy rápido y se adaptan de maravilla ante las adversidades, ¡no lo sacrifiques!, dale y date la oportunidad de descubrir que juntos pueden salir adelante.
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